ago. 8, 2025

Cómo enseñar a tus hijos responsabilidad financiera este regreso a clases

Mochilas listas, loncheras preparadas y despertadores programados. Las clases han comenzado oficialmente en el sur de Arizona. Y aunque en este momento la atención está en los horarios, los útiles y los planes de estudio, hay una materia que no aparece en la lista de clases, pero que importa igual o más: la educación financiera.

Ya sea que tu hijo esté aprendiendo las tablas de multiplicar o preparándose para la universidad, el inicio de un nuevo ciclo escolar es el momento ideal para presentar (o reforzar) lecciones sobre responsabilidad con el dinero. No necesitas un título en economía para lograrlo. Las conversaciones sencillas y los momentos cotidianos pueden enseñar mucho.

Empieza con conversaciones, no con sermones

Hablar de dinero puede ser difícil, sobre todo si no fue un tema presente en tu propia infancia. Pero no tiene que ser una charla formal o una lección larga. De hecho, las lecciones más significativas suelen surgir de forma natural: en la tienda, al hacer las compras o al hablar sobre las tareas del hogar.

La próxima vez que tu hijo pida algo, en lugar de decir “sí” o “no” de inmediato, pregúntale cómo cree que se paga. Te podría sorprender lo que responde y la conversación que se genera.

Deja que ganen su propio dinero

Es tentador darles efectivo cuando quieren un antojo o un juguete nuevo, pero hay valor en que ellos lo ganen. No solo aprenden el esfuerzo que hay detrás de cada peso, también piensan dos veces antes de gastarlo.

Crea algunas tareas pagadas que vayan más allá de sus responsabilidades diarias. ¿Rastrillar las hojas del patio? ¿Pasear al perro de un vecino? Mejor aún si esto los conecta con la comunidad del sur de Arizona.

Haz que ahorrar sea algo visible y tangible

Para los niños más pequeños, el dinero puede parecer algo abstracto, sobre todo cuando es digital. Hazlo real. Enséñales cómo crece con el tiempo y por qué esperar puede ser tan satisfactorio como comprar de inmediato.

Coloca tres frascos transparentes con las etiquetas “Gastar”, “Ahorrar” y “Donar”. Cada vez que reciban dinero, ayúdalos a dividirlo. Así aprenderán que el dinero no solo se usa, también se administra.

Para los niños más grandes o adolescentes, abre una Cuenta de Ahorro Juvenil de Hughes para que puedan ver cómo crece su dinero y aprender a tomar decisiones bancarias reales.

Involúcralos en las compras de regreso a clases

Una de las formas más fáciles de enseñar a presupuestar es dejarlos tomar el control (con límites). Las compras escolares son un buen punto de partida.

Entrégales una cantidad fija y una lista de útiles. Déjalos comparar precios, tomar decisiones y organizarse para no pasarse del presupuesto. Si quieren una mochila más cara, está bien, pero eso quizá signifique recortar en otra parte.

Este tipo de decisiones construye habilidades prácticas y les enseña a entender los intercambios desde temprano.

Hablen de necesidades, deseos y “gustos extra”

Si alguna vez tu hijo ha dicho que una botella de agua de moda es una necesidad, sabes lo fácil que es confundir las prioridades. Aprender a diferenciarlas es una habilidad de por vida.

Haz un juego en casa: muestra un artículo y pregúntale, “¿Esto es una necesidad o un deseo?” Luego agrega una variante: “¿Es un gusto extra? ¿Vale la pena gastarlo ahora?”

Cuando aprenden a priorizar, toman decisiones más inteligentes a futuro.

Enseña a establecer metas (sin aburrirlos)

Ahorrar para algo es más motivador cuando hay una meta clara. Enseñarles a planear y trabajar por un objetivo financiero les da sentido de logro y paciencia.

Pregunta qué quieren comprar. Luego haz cuentas con ellos: “Si apartas $5 por semana, ¿cuánto tardarías en conseguirlo?” Puedes usar un cuadro para colorear o marcar casillas que muestren el avance.

No importa si la meta es grande o pequeña, alcanzar un objetivo se siente bien, y esa sensación se queda.

Fomenta el hábito de dar, aunque sea poquito

La responsabilidad financiera también incluye pensar en los demás. Dar enseña compasión, compromiso con la comunidad y que el dinero no es solo para beneficio propio.

Permite que elijan una causa local que les importe, como un refugio de animales en Tucson o una colecta escolar. Aparten una pequeña parte de sus ingresos para donar o, si no es posible en dinero, para ofrecer su tiempo como voluntarios.

Verán que incluso un poco puede hacer una gran diferencia, sobre todo cuando viene del corazón.

Usa la tecnología a tu favor

Hoy en día, los niños crecen rodeados de pagos sin contacto, transferencias digitales y compras en línea. Eso no significa que sepan administrar el dinero; solo que saben usar la tecnología.

Enséñales a iniciar sesión en su Cuenta de Ahorro Juvenil en línea o en la app móvil de Hughes. Muéstrales el saldo, los movimientos recientes y los intereses que han ganado. Explícales que ese dinero es real, no solo “puntos” en una pantalla.

Para adolescentes, existen aplicaciones que simulan presupuestos o puedes darles una tarjeta prepago como paso previo a una tarjeta de débito o crédito.

Comparte tus aciertos… y también tus errores

Ser honesto sobre tu relación con el dinero es una de las maneras más poderosas de enseñar. No es necesario contar todos los detalles, pero las historias, especialmente las que muestran aprendizaje, dejan huella.

Cuenta una ocasión en la que ahorraste para algo importante o en la que gastaste de más y lo lamentaste. Explica qué aprendiste y qué harías distinto. Esto humaniza el tema y abre la puerta para que pregunten y aprendan de tu experiencia.

Mantén el impulso durante todo el año

La responsabilidad financiera no se enseña en una sola plática. Es como un músculo: se fortalece con el uso constante. El ciclo escolar está lleno de oportunidades: ferias de libros, excursiones, trabajos de medio tiempo… aprovéchalas.

Establezcan revisiones regulares. Tal vez una “charla de dinero” mensual con una horchata o un chocolate caliente. Pregunta qué están ahorrando, de qué se sienten orgullosos o qué les está costando más trabajo. Hazlo un momento especial, no un regaño.

Exploren herramientas interactivas juntos

A veces los niños (y, seamos sinceros, también los adultos) aprenden mejor practicando. Ahí es donde entra  MoneyCoach. Es gratis para los socios de Hughes e incluye lecciones interactivas sobre presupuesto, ahorro, establecimiento de metas y hasta conceptos básicos de crédito.

Siéntate con tu hijo una vez a la semana y elijan una lección corta de MoneyCoach. Hay módulos sencillos para niños y otros más completos para adolescentes. Ambos aprenderán algo nuevo y tendrán temas para seguir conversando.

Listos para criar a un niño con inteligencia financiera

No hay una sola fórmula para enseñar a los hijos sobre el dinero. Cada niño aprende de forma distinta y cada familia tiene su propio estilo. Pero algo es seguro: si los incluyes en las conversaciones financieras y les das herramientas para tomar decisiones, estarás sembrando hábitos que durarán toda la vida.

En Hughes, estamos aquí para apoyar a las familias del sur de Arizona con:

✔️ Cuentas de Ahorro Juveniles
✔️ Herramientas de educación financiera como MoneyCoach
✔️ Atención cercana y recursos para criar niños seguros con su dinero

Abre hoy una Cuenta de Ahorro Juvenil y ayúdalos a construir hábitos financieros sólidos este ciclo escolar y más allá.